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Puigdemont se disfraza de costalero para poder llegar a la investidura del Parlament

«Ha pegado incluso hasta un par de «bejitos» en la puerta, que han sonado como el de Judas» Confirma un mosso.

El expresidente prófugo de Cataluña en, Bruselas Carles Puigdemont, tras estudiar todas las fórmulas posibles para llegar al Parlament de Barcelona sin que lo detengan, ha concluido que la mejor manera consiste en ponerse unas zapatillas de esparto de la calle Córdoba, unos pantalones blancos y un costal debajo del brazo. Esa táctica desarrollada en Sevilla te permite abrirte paso entre la «bulla», evitar a la policía y llegar hasta a donde quieras, en este caso el Parlament.

En el caso de que alguien le diga algo, el salvoconducto indicado por los expertos que le han asesorado para seguir tu camino es «Tengo relevo en esta calle».